miércoles, 14 de julio de 2021

DUENDE EN EL SIGLO XXI

 Por Elena Morado

(cuento escrito en el seminario del escritor Luis Tellez en julio del 2021 con una de las muchas técnicas de creación literaria de Gianni Rodari).

De mejillas sonrojadas, dedos de salchicha y cinturón apretadito, un duende gustaba de usar su celular para mandar contenido falso, hiriente y burlón sobre las criaturas del bosque. Sin embargo, unos meses después, recibió mensajes de amenazas de un desconocido que le decía parar, así que lo invitó a un encuentro para pelear con las mejores armas porque ya estaba harto de sus puntadas.

El duende barbudo estaba dispuesto a enfrentar a aquel latoso y, en cuanto lo vio, se quitó su cinturón apretadito para darle una buena tunda, pero ¡Oh, sorpresa! sus pantalones quedaron en el suelo y su enemigo aprovechó para tomarle una fotografía que al compartirla con los todos los seres mágicos, la enmarcaron y conservaron en la sala de sus hogares.

Por último, querido lector, creo que ha sonado tu celular, escucha: ¡Bip, bip! Estoy segura que te han enviado la foto del duende en sus calzoncitos de corazones.

 

FIN

domingo, 7 de febrero de 2021

REFLEXIÓN: ¿CUÁLES SON LOS LIBROS APTOS PARA NIÑ@S?

 Por Elena Morado

@Elena6Morado

Desde hace algunos meses, varios colegas me han preguntado ¿Cómo elegir un libro infantil? ¿Hay libros que pueden leer mis alumnos? ¿Está bien que lean ese título? Sinceramente, me ponen en aprietos porque estoy segura que hay muchos factores que intervienen en la selección de un título y que, desde luego, desconozco pues ¿Cómo elegir lo bueno y lo malo para otra persona? ¿En realidad existen los libros buenos y malos para algún lector? ¿Hay lecturas nocivas y bondadosas? Te invito a considerar estos puntos a la hora de elegir un título:

APERTURA MENTAL DEL ADULTO

He decidido colocar como prioridad al adulto, pues cuando surge la pregunta ¿Qué libro es bueno para los niños? Me desanima que el primer filtro para la elección sea lo que los adultos consideremos apto o no para el menor de edad. Por eso, me gusta invitar a, ustedes lectores, en lo idóneo: El adulto debería tener apertura para dejarse sorprender y encantar por el contenido del título. En muchos casos, no se eligen libros porque contienen malas palabras (recordemos que conservan estilos y palabras coloquiales aún después de una traducción o corrección de estilo). Imaginemos que no se permite la lectura y el juego con “Matilda” o “La maravillosa medicina de Jorge” de Dahl sólo porque está impresa la palabra “estúpido”. Historias tan impactantes y alocadas no tendrían la posibilidad de invitar de formar a lectores voraces, sólo porque una directora, padre de familia o docente no lo considero apropiado por una dichosa palabrita.

a)     Sí, puede ser impactante para un niño leer una grosería; pero ¿Acaso es malo sentirnos impactados?

¿Y qué más?

Pensemos y llevemos a cabo, como adultos, leer libros con groserías, libros de temas incómodos o de los cuales somos inexpertos porque estará bien si no nos sentimos aptos, hábiles y capaces para leerlo a otros, pero si sólo nos dejamos llevar por nuestros prejuicios e incertidumbres sin antes leer el libro; creo que nos perdemos de un contenido que puede resultar enriquecedor y alentador para niños y niñas: Somos diferentes, tenemos el derecho de elegir y hay que conocer antes de cerrar con un ¡NO! ¡PROHIBIDO LEER ESO!

QUÉ LES GUSTA A LOS NIÑOS

Mucho de lo que les gusta a los niños y niñas de hoy es incomprensible para nosotros: los adultos. Por lo tanto, si tenemos dudas en la selección de un título, reflexionemos procurando dar respuesta a estas interrogantes que yo aplico al inicio y fin de un ciclo escolar: ¿Qué libros pueden añadir información extra acerca de algún contenido académico? ¿Qué les gusta y preocupa a mis estudiantes? Los que tienen el hábito de la lectura ¿Qué libros les ha apasionado?, los que no leen ¿Qué títulos no les han ayudado? ¿Por qué?

OJO: No se trata de consentir y mimar a los estudiantes dándoles sólo lo que les gusta y los haga felices, pero sí de hacer del momento de la lectura algo más amable y motivador para la mayoría.




b y c) Los niños y niñas quieren resolver problemas y enseñar a otros lo que ellos ya saben.

Otro poquito

Te comparto un consejo que aplico: Al final del ciclo escolar reparto pequeñas fichas de trabajo a todos mis estudiantes y escribo 3 preguntas en el pizarrón que les pido contestar de la manera más honesta (pueden hacerlo de manera anónima).

1.- ¿Qué clase te gustó y por qué?

2.- ¿Qué libro te interesó y por qué?

3.- Necesito tu ayuda, escribe una propuesta de un libro o actividad que te gustaría realizar el próximo ciclo escolar.

Es necesario escucharlos: Ellos también quieren ejecutar una idea, compartir un libro y una experiencia. Así podremos saber qué les interesa. Por ejemplo: Mira, los trabajos con temática libre que ha elaborado alumnos: Ellos también quieren enseñar a otros, resolver acertijos, escribir una opinión y leer aquello con lo que se identificaron. Desde luego, dale seguimiento. 



d, e y f) Como a tod@s, nos gusta que nuestra opinión sea tomada en cuenta.

MÁS ALLÁ DE LAS LETRAS

A los adultos nos toca informarnos, replantearnos ideas y empatizar con nuestros hijos, familiares y estudiantes. Si tenemos dudas de un tema, por ejemplo, acoso escolar, busquemos alternativas: expertos, noticias, reportajes, libros, artículos de opinión o pinturas. No estamos obligados a saber y dominar todos los temas (es más much@s niñ@s están dispuestos a ayudarnos a investigar).

Desde luego que también eres libre de decidir hasta dónde quieres abordar el contenido de un tema, pues a veces la situación nos rebasa y es válido; pero, por favor, no cerremos las oportunidades con una negación absoluta sólo porque un libro infantil plantea la religión, las preferencias sexuales o la sexualidad dentro de sus páginas.

Otra arista

Algunos temas desoladores e incómodos pueden ser visibilizados y necesarios para mejorar las condiciones de quienes los padecen. Por ejemplo: Maltrato animal, abandono escolar o preferencias sexuales. Imagina si no se hablaran de su existencia:  El abusado quiere dar a conocer su situación, el confundido quiere que alguien lo guíe, el que tiene nuevas ideas, quiere exponerlas. Eso pasa y por eso es imprescindible considerarlas dentro de nuestras sesiones escolares o dentro de un juego o charla familiar.

Tengo un caso muy particular acerca sobre el abuso de animales en los colegios. Mira mi video de You Tube: 


Aquí el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=g8JL7tVPBnQ&t=468s

TAMBIÉN ESTÁ EL JUEGO

Por otro lado, exponer dudas e información no es la única forma de hacer referencia a los personajes, contexto y nudo de una historia infantil pues… ¡¡TAMBIÉN ESTÁ EL JUEGO!!! Y es una interesante herramienta porque no es necesario que externemos nuestras dudas, preocupaciones, anhelos, miedos o sueños con el habla, sino que el cuerpo, los gestos y las expresiones (de manera muy natural) nos sugieren algo. Por eso como educador, es importante observar con detenimiento.

g) Y hablando de juego ¿Ya te suscribiste a mi canal de You Tube?

Finalmente, los libros aptos para infantes son los que los inviten a jugar para que sean los protagonistas y hacedores de su conocimiento y con ayuda de plastilina, fotografías, marionetas y dibujos enfocarse no sólo a la temática de un libro, sino a sus personajes, sus diálogos y trama. Y eso es lo bello y enaltecedor de la literatura: Ser libres.

Imagen A tomada del sitio “Rincón de la psicología”. www.rincondelapsicologia.com

 



jueves, 10 de septiembre de 2020

CONSEJOS PARA INCENTIVAR LA LECTURA A DISTANCIA.


Por Elena Díaz

@Elena6Morado

Hace unos meses hemos sido obligados a vivir y pensar de manera diferente, y ahora viene un próximo reto para niños y niñas: Aprender a distancia. Muchas personas se han mostrado escépticas, pues ¿Cómo logrará el docente cautivar a sus estudiantes por medio de una computadora? ¿En verdad se lograrán con éxitos los aprendizajes esperados? Como docente de español con infantes y jóvenes, estoy segura que lograremos una educación innovadora y trascendente porque tenemos más elementos orgánicos que construyen y enriquecen la lectura y la escucha activa aunque estemos separados y sin establecer un contacto un visual.

a)     Imagen tomada de Google.

Una escucha diferente

El sitio web Psicología y Mente nos aclara la definición de escucha activa como:

escuchar activamente y con conciencia plena. Por tanto, la escucha activa no es oír a la otra persona, sino a estar totalmente concentrados en el mensaje que el otro individuo”.

Este término también ha tomado popularidad en actividades como la relajación y el mindfulness, los cuales nos permiten poner atención en nuestros pensamientos (sin juicios de valor) y despertar nuestra sensibilidad, pero ¿Cómo hacerlo? Te comparto estos 5 consejos:

1.- Escúchate a ti mismo: ¿Sabes cómo suena tu voz? ¿Conoces lo que te gusta y no de tu voz? Te invito a explorarla y a prestar atención en el énfasis de la misma, por ejemplo, al enojarte, al decir algo triste o al expresar gran alegría. Destina unos minutos a conservar tu voz en un audio y analiza tus tonos. ¿Te comparto algo? Tengo una voz aguda y cuando mi garganta está agotada, suena aún más aguda que puede llegar a molestar. En ocasiones, no me gusta y he optado por aclarar mi garganta, cuando narro historias, sólo cuando tengo sed (no como 5 minutos) y a hablar más lento. Si prestas atención a ti, será más alentador y, por consiguiente, más fácil escuchar a los demás.

2.- Escucha a los demás: Hace unos días observé la dinámica de empatía que propone Elsa Punset, escritora y filósofa española. Ella propone ejercicios de atención consciente acompañados de contacto visual con el propósito de conocer los sentimientos del otro. Es importante que evitemos los distractores (sobre todo el uso del teléfono celular), pues según el terapeuta Mario Guerra, los conversadores se distraen cerca de un 40%. Punset enfatiza el sentarnos frente al otro y empezar a hablar sobre lo que se desee. No es una charla, pues nadie debe ser interrumpido o cuestionado. 

La regla principal es mirar, hablar en turnos y escuchar en 10 minutos. En el siguiente enlace podrás conocer la técnica completa titulado: Elsa Punset. Mejorar la empatía:


3.- Escucha un audio o video: ¡Ensaya! Si practicas escuchar una melodía e intentar identificar los instrumentos musicales de los que está compuesta, te será un gran entrenamiento para la escucha activa. Lo importante es hacerlo un hábito. Por ejemplo: Cada vez que laves la vajilla, presta atención a la sensación del agua y el jabón sobre tus manos. Dejemos a un lado el ejecutar acciones de manera autómata.

4.- Relájate: Sin duda estos ejercicios y consideraciones pueden ser complejas. Sin embargo, en una clase a distancia es ideal entrar con la disposición de aprender, recibir retroalimentación y enriquecer la sesión que otros exponen. Por eso es importante adherir compromiso a esta nueva modalidad de aprendizaje. Incluso, al sentarnos, la relajación nos beneficiará con la disminución de dolores musculares (cabeza y cuello), precisamente aquellos que más se afectan al estar frente a una computadora.

5.- Imagina: Los expertos del Centro de Desarrollo Cognitivo (Red Cenit) aseveran que El desarrollo de la creatividad está profundamente relacionado con el desarrollo del cerebro” porque, digamos que el cerebro es una máquina a la cual se le pueden dar órdenes, actualizaciones y diversas modificaciones de acuerdo al uso que le demos. Como docentes es vital que al introducir un tema a nuestros escuchas, tratemos que lo representen en su mente, que lo imaginen; así no sólo será una idea abstracta, sino una imagen mental casi palpable.


El propósito de estos consejos es emplearlos y familiarizarnos con ellos para que podamos pasar al siguiente paso: El fomento a la lectura. Y es que cuando alguien lee para nosotros, lo ideal es intentar escucharnos, escuchar al otro, relajarnos y usar nuestra imaginación. O sea, emplear los puntos que ya te compartí.


a)     Imagen tomada de Google.


                                                           Fomentar la lectura

Ahora será más sencillo fomentar la lectura si trabajamos primeramente en los puntos ya abordados con anterioridad, pues son habilidades que se ejercen durante la presencia de un libro y alguien que lo toma entre sus manos. Sin embargo ¿Cómo hacerlo a distancia?

1.- Tenemos la voz: En cada sesión a distancia, no sólo tenemos recursos tecnológicos a nuestro alcance. También poseemos la voz y si la conocemos, sabremos usarla asertivamente ¿Recuerdas los consejos de grabarte y escucharte? Ahora es el momento de ejecutar lo que analizaste para usar historias y no necesariamente acompañadas de hadas y monstruos ¡No! Usa el conocimiento que quieres transmitir para narrar. Por ejemplo: Si quieres que tu hij@ o alumn@ aprenda a sumar, platícale ¿Cómo aprendiste tú? ¿Qué dificultades tenías? ¿Quiénes te enseñaron? Esas experiencias serán tus personajes que le darán una estructura a tu cuento.

2.- Tenemos la mirada: Si bien no se compara al contacto cercano y directo cara a cara, sí podemos hacer un acercamiento al mismo. Expertos en lenguaje corporal como, Álvaro Gordoa, aconseja que cada vez que tomes la palabra en una sesión a distancia, mires a la cámara (no al monitor), pues así parecerá que miras al rostro de cada uno de los participantes. Así que cuando leas, una historia, haz pequeñas pausas para hacerle saber al otro que sabes que está ahí.

3.- Conocemos al otro: Antes de elegir un título impreso para compartir, pregunta a los menores de edad qué les gustaría leer. Evita imponer. De esta manera, podrás conocer sus gustos e intereses. Y es que una ventaja de tener reuniones a distancia, es que quizá los cibernautas se sienten menos invasivos por otras personas; así que aprovecha e inicia tus charlas o clases con preguntas detonadoras como: ¿Qué libro estás leyendo? ¿Por qué? ¿Qué te gustaría leer la siguiente clase? Lee pequeños fragmentos y deja cada capítulo pendiente para despertar la curiosidad.

4.- Sé el ejemplo: Para fomentar la lectura. en mi caso, la mayor parte del tiempo sostengo un libro (a veces simulo que lo leo porque me gusta detenerme a ver la reacción de mis estudiantes) ¿Qué pasa? Algunos me preguntan qué leo y qué contenido posee, y entonces platico los induzco a leer. Y también lo puedes hacer a distancia, toma un libro antes de iniciar la sesión de tu clase y espera a que se conecten. Finalmente, simula no notar su presencia y hazte el sorprendido ¡Te cacharon leyendo!

En general, estos puntos que te comparto es para que los ejecutes y ensayes, y verás que cualquier niñ@ o joven los imitará. En conclusión, para mí, fomentar la lectura es hacerlo bien, si lo hacemos con una voz lineal, sin considerar al otro y de manera imperativa, el invitar a leer, no tendrá efectos positivos (mucho menos a distancia). 
a)     Imagen tomada de Google.


Fuentes de información:

Escucha activa: La clave para comunicarse con los demás: https://psicologiaymente.com/social/escucha-activa-oir

Importancia de la creatividad en la infancia: https://www.redcenit.com/importancia-de-la-creatividad-en-la-infancia/


Imagen en videoconferencia: https://www.youtube.com/watch?v=xSssKOPuHFw

domingo, 7 de junio de 2020

JACINTO Y MARÍA JOSÉ: UN AMOR SALVAJE

Por Elena Morado 

YouTube: Juegos de Lectura Elena Morado

Hace años que tengo este libro conmigo. Recuerdo que lo hojeé esperando letras, una trama, un escrito que descifrar… y nada. Era primeriza en el fomento a la lectura y desconocía el libro álbum. Lo hojeé nuevamente y entendí la trama, pero llamó mi atención la piel de los protagonistas: piel negra ¡Fantástico! Y es que rompían con los estereotipos que vemos en todos lados: familias de piel blanca anunciando lácteos o estudiantes de cabellos rubios promocionando colegios.  

Ver un libro con colores ocre, personajes de piel oscura con ojitos blancos en un contexto libre, natural y salvaje, es una delicia.  Dipacho nos adentra a sitios húmedos, calurosos y con sus colores intensos.



a)        Portada del libro “Jacinto y María José” Editorial Fondo de Cultura Económica.

¿De qué trata?

Trata sobre 2 personas, no sabemos exactamente en qué etapa de su desarrollo están, pero sus miradas resultan esquivas (se gustan, pero lo callan). Están enamorados y las palabras son innecesarias porque lo que pasa cuando están juntos es maravilloso. Con ayuda de ilustraciones con tonalidades cálidas, 2 niños o jóvenes, tienen reflexiones sobre lo mucho que se gustan (sin decirlo al otro). Sólo el lector es cómplice de dichas confesiones.

La historia sucede en la selva, al encuentro de felinos salvajes, de ríos caudalosos, palmeras y todo tipo de árboles que esconden deliciosos frutos entre sus hojas. Pero lo que no pueden ocultar es el amor entre Jacinto y maría José. Quienes al inicio de la historia se muestran distantes y tímidos; después de tantas aventuras, vemos una transformación: se toman de la mano, recargan su cabeza en el hombro del otro y concluyen con un tierno diálogo para el lector.

Mira aquí la LECTURA RAPIDITA PARA JUEGOS DE LECTURA. Suscríbete a nuestro canal:

 

 

¿Quién lo escribió?

Es colombiano y se llama Diego Francisco Sánchez a quien cariñosamente nombran “Dipacho”. Es diseñador gráfico, escritor e ilustrador de libros infantiles y carteles, los cuales, en su mayoría, se caracterizan por la representación de la selva, los animales salvajes y la vida en contacto con la naturaleza (ya sea en acrílico u óleo). También ofrece charlas y talleres para jóvenes y adultos en diversos países. Es reconocido por varias editoriales y concursos de ilustración. En palabras de nuestro autor:

Hola soy Dipacho, bueno, ese es mi nombre artístico, (es una mezcla entre Diego: mi primer nombre, y Pacho, que es como nos dicen a los Franciscos en Colombia, Paco en España, Pancho en Argentina, Xico en Brasil...) hago libros ilustrados, pero también soy aficionado a viajar, a la música, la percusión, pasar tiempo con la familia y los amigos, jugar fútbol, leer, escribir, pasarla bien”.


b)     Fotografías tomadas de Google.

Si eres curioso, podrás saber más el autor. A mí me ha sorprendido conocer que tiene varias libretas, de muchos tamaños, en los que anota, dibuja y pega recortes, pues para él significa la oportunidad de mejorar su profesión. En ellas guarda bocetos, tipografías, personajes, diálogos, pruebas de color, pruebas técnicas… Si amas su trabajo, puedes adquirir sus pinturas y cajas artesanales en su sitio web.

¿Por qué leerlo?

Porque Dipacho, con sus ilustraciones, nos recuerda el mundo natural, al que pertenecemos. Invita al lector a abrir los ojos para reconocer que él y la naturaleza son uno mismo, pues nos recrea la urbanidad: habitaciones de paja, futbol sin zapatos, ropas ligeras y pieles negras que reciben los intensos rayos del sol.

“Jacinto y María José” es un título para ocupar en un día común de clase. Quizá cuando nuestros estudiantes han tenido un mal día porque nos alejará de las luces citadinas, del ruido de los automóviles y el bullicio de los sitios súper poblados.

Mira aquí nuestra interpretación en Juegos de Lectura: 




c)        Tenemos el libro y te compartimos algunas fotografías.

¿Qué me hará sentir?

Considero que este título nos regresa a lo primitivo y, a la vez, a nuestra infancia y juventud. Y puede que hasta a nuestro primer amor, aquél que nos hacía actuar con vergüenza acompañado de un sudor de manos. Es un texto ideal para infantes de 8 a 10 años, sobre todo porque los invitará a leer imágenes, a conocer lugares alejados de la ciudad, pasatiempos inusuales como remar un kayak y trepar árboles para conseguir frutos.

Finalmente, considero que este bonito nos recuerda aquello que hemos olvidado: Las consecuencias de nuestros actos.  En una página Jacinto avienta un coco en el trasero de un chita (por presumir su valentía a María José, por salvarla del peligro, por molestar al animal, no lo sé.) La naturaleza les da su merecido: el felino enfurece y si no se ponen a salvo, los lastimará. Pareciera que, como seres, humanos hemos olvidado obtener consecuencias de nuestros actos. Y no porque la naturaleza sea vengativa, sino porque el mundo no gira alrededor de los humanos. Si bien Dipacho no pretende ser aleccionador, sí me encanta interpretar que los animales pueden poner un “estate quieto” al ser humano.

d) Un chita enfurece mostrando sus filosos dientes, pero Jacinto atina a taparle el hocico con un coco. 

Te recomiendo: 

*Visita su sitio web: http://dipacho.blogspot.com/

*Mira esta entrevista a Dipacho:


 


e)Su trabajo como ilustrador, a mí parecer, nos transmite el clima y alegría de latinoamérica. 

viernes, 29 de mayo de 2020

PONENCIA: LA LECTURA INFANTIL Y ALGUNAS CURIOSIDADES.

Por Elena Díaz Carmona (redactora y mediadora de lectura infantil). Esta propuesta se presentó en el Primer Coloquio Multidisciplinario de Literatura Infantil y Juvenil en la Universidad Autónoma de Morelos.

@Elena6Morado

Hoy en día me alegra saber que hay interés en fomentar la lectura en las escuelas públicas y privadas, ya que se aprovechan los espacios incluyendo bibliotecas, funciones de cuentacuentos y hasta en ferias del libro; pero ¿Acaso la lectura debe incluirse sólo en espacios llenos de libros y únicamente días de fiesta? Definitivamente no, y es por eso que dedico estas palabras a quienes están frente a un grupo de estudiantes de primaria de lunes a viernes.

Como maestra de fomento a la lectura he tenido la oportunidad de laborar en varios colegios particulares de mi localidad y en absolutamente todos he hallado el mismo problema: El lector no es tomado en cuenta y las bibliotecas se usan para alejar a los estudiantes. Y es que, la situación es compleja porque algunos directivos y maestros de los colegios no visualizan las bibliotecas como un sitio de encuentro con el otro, de placer y de juego; sino que son usadas como lugares para castigar a los estudiantes que tienen un mal comportamiento, para aquellos que después de horas del toque salida no han venido a recoger o incluso para guardar libros viejos o jamás abiertos que se conservan en cajas. Sin duda, no estamos actuando correctamente porque el castigo es el aislamiento.


a) En verdad que este proyecto significa trabajo arduo: Cuando me invitaron como ponente a la UEM en el 2019, un día antes, me caí y mi boca sufrió las consecuencias. Estaba sola, llorando en el hotel y preocupada por mi dentadura. Por fortuna, podía hablar. 

¿LA LECTURA DEBE SER DIVERTIDA?

Esta es una pregunta que ha surgido en mí desde hace 2 años, ya que la televisión, radio, colegios y algunos libros enfatizan la palabra “DIVERSIÓN” (así, en mayúsculas) como característica principal destinada a los infantes. Pareciera que nos intimida el hecho de que los niños y niñas perciban y sientan emociones como: miedo, aburrimiento, enojo o tristeza. Recuerdo con precisión el rostro preocupado de mis compañeros docentes, pues el reto es: Que el alumno no se me aburra.

Estoy de acuerdo en que una sesión o clase no debe abundar el aburrimiento, pero sin duda debe contener un poco de todo. He tenido experiencias mágicas cuando el tema es la protección de los animales y mis estudiantes se conmueven hasta las lágrimas. Lamentablemente, si no vemos que un niño sonríe y se carcajea con los libros, creemos que se aburrió porque no fue impactante. Tremendo error. 

Pero ¿Y si nuestro público se aburre? Un narrador experimentado lo notará enseguida y tiene 2 opciones: Captar la atención del público o, provocar el que mismo busque alternativas más atractivas. Desde luego, yo elijo la primera; la cual también dependerá de la disposición del oyente. No toda la responsabilidad recae en el cuentacuentos. He compartido historias fantásticas y en ocasiones algunos chiquillos se aburren. Está bien y están en su derecho, sin duda, no les gustó la historia o simplemente no están acostumbrados a que les lean. Es respetable.

¿QUIÉNES SON LOS LECTORES INFANTILES?

He aquí un error que sucede en la mayoría de los adultos: Ofrecemos al alcance de los niños y niñas lo que a nosotros nos gusta. Lamentablemente, no reparamos en si el contenido es sano o apropiado para su edad. Por ejemplo: Programas de televisión en horario vespertino (que dicen ser familiares), escenas en las que la exaltación de emociones predomina (golpes, abusos e insultos al otro), caricaturas estridentes (observemos con detenimiento cómo en las emisiones no hay momentos de silencio), lenguaje inapropiado (el albur y doble sentido no sólo en medios digitales; sino también impresos). Estas observaciones me parecen pertinentes porque, en ocasiones, nos negamos a que los infantes tengan en sus manos libros (escritos por profesionales) sobre temas como: abuso sexual o parejas del mismo sexo ¿Por qué? Pareciera que los temas que más incomodan o desconocemos nos dan miedo, y sólo permitimos que se vean si son tratados con humor o vulgaridad. Y, lamentablemente, creemos que los menores de edad no lo entienden en “la caja negra”; y si lo leen en los libros infantiles, se confundirán.

b) Un lector no es aquél que necesariamente tiene todo el tiempo un libro entre sus manitas. 

Sin duda, estoy segura que los pasos agigantados no sucederán en el campo del fomento a la lectura si menospreciamos a los lectores infantiles. Y entonces….

¿CÓMO INCLUIR LA LECTURA EN EL AULA ESCOLAR?

En primer lugar, en mi experiencia, considero que tenemos que desechar la idea de considerar un límite de tiempo para leer. A los estudiantes les asombran las narraciones (vengan o no incluidas en libros escolares). Si atrapamos a los infantes con una trama atractiva, no estarán al pendiente del tiempo (nosotros tampoco).

Estoy a favor de incluir cuentos con enfoque filosófico o de crítica social. Los oyentes lo gozan, resaltan su empatía, reflexionan y les parece trascendente. Y qué decir del uso del humor ¡Es fantástico! Es curioso cuando las expresiones faciales cambian de un estado a otro ¿Han notado cómo los labios se extienden y abren en infinidad de formas cuando los infantes pasan de la concentración a la risa para congelarse en el asombro? A mí me encanta ser cómplice de ello.

En mi opinión, me parecen inservibles aquellas campañas a favor de la lectura protagonizadas por famosos, simplemente, lucen bien a cámara con un montón de hojas e impresionados por un destello que los asombra y envuelve, pero sin dejar de posar con estilo.

Sería fructífero que el estandarte de dichas campañas fueran los sucesos, experiencias y resultados a viva voz de quienes nos dedicamos al fomento a la lectura con nuestros montones de libros (álbum, pop-up, para colorear y más), marionetas,  juegos didácticos y colores (sólo por mencionar algunos); y con seguridad, también los lectores de todas las edades que nos escuchan, aplauden o se duermen mientras narramos un cuento (se duermen, muchas veces, porque los regresamos a la primera infancia) ¿Acaso en las noches no nos arrullaban con cuentos?

c) El lector es aquél que se sensibiliza con los libros, el juego, la voz y los cantos. 

¿Y EL DOCENTE EN LA BIBLIOTECA ESCOLAR?

Tristemente, como maestros, los directivos nos eligen un papel que disgusta y muchos no sabemos hacerlo: El de vigilante. Viene a mi mente cuando leo historias y la maestra titular está ahí acompañando a sus estudiantes. Ella con la mirada atenta y lista para regañar, percibe si alguien bosteza, platica con el otro o mira a la nada (tiene tanta astucia para ello que no es necesario que lo vea, simplemente lo siente y dice el nombre del alumno que rompe con el silencio absoluto que exigimos en una biblioteca). Me pregunto: ¿Las bibliotecas escolares deben carecer de sonidos? Yo creo que no: Imagínense cuando leemos narraciones humorísticas y los infantes ríen o qué tal cuando escuchan una historia de terror y gritan de miedo. Es aceptable, y desde luego, placentero.

Es entendible el papel de “maestro vigilante” (al que me refiero) porque las bibliotecas escolares son, lamentablemente, en ocasiones, sitios de espera, guarderías o espacios únicamente para consultar libros y obtener información. Es un uso limitado incluso para las publicaciones, ya que son prácticamente inexistentes las revistas, enciclopedias, periódicos, textos de divulgación científica e historietas. Debo agregar que, lamentablemente, la exhibición de libros en bibliotecas escolares está abandonado porque los ejemplares son colocados en sitios poco espaciosos donde se arruinan y empolvan porque no son atractivos al ojo del infante; ya que son puestos en libreros donde lo único que se ve es el lomo y ¿Cómo juzgar un libro si ni siquiera vemos su portada? Lo ideal, a mí gusto y experiencia, es colocarlos mostrando la portada, incluso semiabiertos; los lectores son curiosos y si ven un poco del interior del libro “toman el anzuelo”. También aquellos libros populares con historias clásicas o personajes de Disney siempre destacan por pasar de un lugar a otro, pues los estudiantes los leen una y otra vez y van de una mano a otra ¡Todos los quieren! Yo opto por ponerlos abajo o muy arriba (sólo el lector que se esfuerza, lo hallará). Me gusta dar la oportunidad a publicaciones que casi nadie elige a pesar de que su contenido es brillante.

Otro error que he observado de manera recurrente es colocar todos los libros fuera del alcance de las manos de niñas y niños. Entiendo que, como adultos, somos celosos de lo nuestro y desconfiamos de las intenciones de los menores (¿y si lo rompe, y si lo raya?). Estoy segura que, si nos damos a la tarea de abordar a los alumnos y explicarles cómo debe tomarse y tratar un libro, lo entenderán y confiaremos en él. Intentemos.

Recuerdo que hace unos meses acudí a una linda biblioteca infantil de la Ciudad de México. Muy bella, colorida, espaciosa, ideal para chicos y grandes, pero el error era que los cables e interruptores de las computadoras y material electrónico estorbaban y quitaban visibilidad a los libros. Se notaba que los visitantes no exploraban los mismos porque estaban empolvados (hasta con telarañas), además algunas bibliotecarias daban prioridad a la exhibición de objetos personales como: recuerdos, peluches, tarjetas de felicitación, fotos de familia y flores (encima de los libros) porque convertían la recepción en toda una vitrina de decoraciones sentimentales.

Por otro lado, quienes nos especializamos al fomento a la lectura (nombrados de múltiples maneras como cuentacuentos, mediadores y animadores), estamos en el olvido. Casi nulas son las escuelas que tienen una biblioteca y una materia de fomento a los libros con un docente especializado en la materia. Lamentablemente, se obliga al docente titular, que tiene más trabajo porque imparte otras materias, a promover el hábito lector (y sin un pago o sueldo extra por estudiar esta profesión).

d) Los juegos didácticos son un gran aliado para quienes creemos en la importancia de reforzar los sentidos, valores y habilidades. 

Para terminar este apartado, incluyo una observación más: Tomar la lectura en serio. En lo personal, he podido desempolvar enciclopedias gracias a que las hojeo, reviso, leo y comparto ¿Cómo? He encontrado un bello hábito: En cada clase de Taller de Lectura y Redacción, previamente, leo el contenido de un apartado interesante de alguna enciclopedia. Por ejemplo: Animales (A todos los niños les encantan). Así que cedo de 5 a 10 minutos para compartir un dato curioso con mis estudiantes: - ¿Sabías que los cerdos son animales tan inteligentes que pueden formar lazos afectivos muy estrechos y por eso cuando descansan lo hacen nariz con nariz? Si alguien quiere saber más de este simpático animalito, vengan en su recreo y tomen esta enciclopedia -. Es más, cuando el tiempo alcanza, un estudiante busca en orden alfabético el nombre del animal que le gusta y quiere saber un dato curioso, lo comparte con el resto de la clase al leer la información en voz alta. Y así, ahora, las enciclopedias (esos libros grandotes y pesados) son “manoseados” y cargados con mucho esfuerzo (me encanta que los lectores sean perseverantes y compitan por conseguir lo que quieren). Me satisface ver la escena de la discordia: - Yo vi primero el libro y me toca leerlo; sí, pero yo lo tomé primero-. Y ahí entró yo, como adulto, a equilibrar la situación.

¿Y SI JUGAMOS A LEER?

e) Creo que las autoridades educativas, además de promover el uso de la tecnología, deberían enfocarse en alentar el uso de libros en una biblioteca escolar. Es necesario para formar alumnos generosos y respetuosos con toda forma de vida. 

Para finalizar, me encantaría compartir la forma en, personalmente, fomento la lectura ¡Con el juego! Y es que el juego es valioso porque permite desarrollar la creatividad, aprender por imitación, sensibilizar, reforzar lazos afectivos, desarrollar habilidades motrices y no motrices como caminar, correr, mantener el equilibro; compartir, ser tolerante y tener paciencia. Sin duda, estas experiencias lúdicas quedan en la memoria del menor y, en muchos casos, si no le gusta leer; ahora le gustará porque recordará que con dicha historia cantó una canción, ganó un juego, la niña que le gusta le sonrío al hacer equipo para lograr la victoria, la maestra lo abrazó, se asustó con un personaje, en fin… Es una forma de explorar el mundo, de generar autoconocimiento y de mantener el ánimo.

Hoy, gracias a este estilo, diseñé el taller de “Lectura Lúdica” y mis sitios en redes sociales nombrados “Juegos de Lectura” en los que predominan el valor del juego acompañado de libros infantiles. Es ya una tradición leer y contar cuentos para mis estudiantes y hacer un juego referente al protagonista del libro en cuestión, al ambiente, al problema o a la portada. Y así es como disfrutamos de sesiones (no es un curso en el que el aprendizaje sea cuantitativo y por ello la dificultad aumente) más bien es cualitativo, con el propósito de que la evaluación sea auténtica y el estudiante acuda a leer, a que le lean, a jugar, a socializar, a conocer de autores e ilustradores.

No está dentro de mis objetivos convertir a un infante en el próximo nobel de literatura o en un Juan Rulfo ¡No! Mi propósito es que si, casualmente, mi taller lo inspira a ser un escritor ¡Que sea porque lo eligió y porque las experiencias emotivas se quedaron interiorizadas en su memoria!

f) Si fomentamos la lectura, encaminemos las experiencias hacia la escritura. 

Estoy segura que si nos concentramos en conocer, investigar y compartir a los niños, niñas, jóvenes y adultos la historia de vida y fotografía de un ilustrador y escritor de libros infantiles no sólo estaremos fomentando la lectura; sino también la cercanía entre el docente y el estudiante, el libro y el estudiante, el autor y el estudiante. Por favor, quitemos esa idea de que sólo escribe el que es escritor; acompañemos a los niños y niñas a escribir, a preguntar, a hojear y escuchar un cuento porque sin duda, gracias a los maestros y maestras que leyeron para mí (los recuerdos muy bien), hoy puedo jugar y leer, con y para otros. Y desde luego, perfeccionar mi redacción y lectura.

Gracias.

Elena Díaz Carmona es maestra, y mediadora de lectura para niños, niñas de kínder y primaria. Ha trabajado para la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, estancias infantiles, colegios particulares y escuelas de artes. Su experiencia laboral incluye la elaboración de transcripciones y reseñas de libros, además de artículos sobre desarrollo infantil. Elena es Licenciada por la carrera de Comunicación por la Universidad Autónoma de México (UNAM), y activista por los derechos de los animales.

El presente artículo de opinión “La lectura infantil y algunas curiosidades” es producto de una investigación que la ponente ha vivido a lo largo de sus más de 7 años como maestra de asignatura de taller de lectura y redacción con estudiantes de 5 a 12 años de edad. Las opiniones de la autora pretenden dar origen a debate, pero también a reflexionar para mejorar la forma en que mostramos y narramos historias a los menores de edad. Sin duda, también es una crítica a la mayoría de colegios que cuentan con bibliotecas escolares, pero que las incluyen por mera exigencia y obligación de sus mandatarios (o hasta por mera apariencia); y no por gusto, exploración o interés en fomentar la lectura entre sus alumnos o como ellos les dicen “clientes”.

Si usted, lector, desea profundizar más sobre este tema, escríbame a: elena.morado6@gmail.com

*Muchas gracias a la UAEM por considerar la lectura de libros infantiles un tema para conversar y proponer. 

g) Si mi cara luce evidentemente asimétrica es por ese accidente que nunca olvidaré al igual que la experiencia de compartir mi conocimiento en una asombrosa universidad :)



jueves, 21 de mayo de 2020

SOY CURIOSO, NERVIOSO, AUDAZ, TÍMIDO, SORPRENDIDO Y ¡¡¡FELIZ!!!

Por Elena Morado

@Elena6Morado

Con breves palabras referentes a los estados de ánimo, Mies Van Hout nos introduce a un contexto situacional bajo el mar. Los lectores no estarán solos porque mientras pasan las páginas, unos peces sumamente expresivos representarán un sinfín de emociones (muchas que desconocían). Si lo lees en voz alta, algún niño alzará la mano y preguntará: ¿Qué es estupefacto? ¿Qué es audaz?

1)       Una portada colorida con un rostro de un pez ¡atrapa!

Mira la actividad lúdica que te propongo al usar “Feliz” en mi canal de YouTube:


¿De qué trata?

Es un título que contiene imágenes de peces, cada una acompañada de un texto que indica una emoción. Suena simple ¿no? Sin embargo, las actitudes y reacciones de los lectores son las que enriquecen aún más el contenido de los peces y las palabras ¿Por qué? Porque para eso está hecho. Y no me refiero a menospreciar al autor, sino a las múltiples maneras de ocupar un título infantil que no sólo es para leer, sino para jugar, recrear entre uno o varios lectores. Por eso insisto en que los libros infantiles no deberían esforzarse o estar obligados en transmitir frases aleccionadoras, sino en descifrar ¿Qué significa para mí? ¿Qué actividad es la ideal para jugar con el libro?

“Feliz” es un éxito mundial, y Van Hout también porque sus títulos se han traducido a más de 20 idiomas. Y es que “Happy” no es un libro para trabajar las emociones; es un libro para que tú trabajes las emociones (las publicaciones no son elementos mágicos que cambiarán las actitudes de nuestros hijos ante la vida; son para que nosotros las escuchemos y exploremos junto con los lectores).

 



1)       Justo el pez que miras corresponde a la emoción que lo acompaña.

¿Quién lo escribió?

Mies Van Hout es ilustradora y escritora de libros infantiles. Y al parecer ha quedado fascinada con el esquema de una ilustración acompañada de una conmovedora palabra, pues después de “Feliz” vino “Sorpresa” que narrativamente contiene el proceso de crianza (paternidad – maternidad) junto con palabras como: esperanza, consolar, escuchar, soltar, entre otras… Yo no soy madre (ni pretendo serlo) pero ¿Qué otras expresiones crees que contengan? Si tienes hijos seguramente acertarás.

"Feliz" de Mies Van Hout contiene, a manea de catálogo, montones de emociones acompañadas de ilustraciones de peces en lo más profundo del océano (Creo que por eso estos animales aparecen en lo más profundo, oscuro y oculto) Aquello que casi nadie ve o no queremos que los demás vean. ¿Será que debemos dejar fluir las emociones? Así como peces en el agua.

¿Quieres conocer a la autora? Mira este video de YouTube y observa cómo muestra todas sus obras con orgullo. Y aprende a dibujar un simpático gatito al estilo brillante y luminoso de Van Hout.


¿Por qué leerlo?

Leer “Feliz” te provocará no perderle la vista a la autora (aunque lamentablemente en español no hay información de ella). Sin duda, el limitarse con el texto y sólo escribir palabras cálidas, tentadoras y emotivas nos invita a curiosear y a hojear el resto de sus publicaciones.

El leerlo de manera individual recuerdo que, en su momento, los peces coloridos y con sus montones de expresiones faciales me parecieron de lo más simpático. Sin embargo, la verdadera locura fue cuando lo incluí dentro de mi planeación de literatura infantiles para mis estudiantes de 6 a 8 años. Ellos le dieron vida al libro. Y es que los lectores son sumamente creativos y talentosos porque, en instantes, podían imitar la cara de los peces: enojado, enamorado, optimista…

Este título te permitirá volver a nombrar las emociones sin precaución alguna porque los adultos, en un mundo de adultos, nos hemos concentrado en disimular y en esconder nuestras emociones, y con feliz podrás decir libremente: furioso, nervioso, triste y asustado.


1)       Hay emociones que no podemos definir porque las nombramos equivocadamente o porque no nos gusta mencionarlas. No es lo mismo el enojo que la furia.

¿Qué me hará sentir?

Un sinfín de emociones, pero sobre todo aprender a aceptarlas y gestionarlas. Considero que, en el caso de los libros infantiles, los adultos somos quienes aprendemos más de ellos y hasta quizá quienes más los necesitamos porque nos hemos olvidado de educar con el ejemplo (pareciera que evadimos esa responsabilidad y se la adjudicamos a los libros). Vino a mi mente la idea de elaborar un memorama con este libro: Imprime a color el pez y la emoción que le corresponde y ¡A jugar! 

Finalmente, te comparto mi Lectura Rapidita en YouTube con más información sobre este precioso libro. ¡Mira! 



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